Nombre científico
Arbutus unedo L.
Nombre común
Madroño, madroñera.
Familia
Ericaceae.
Descripción
Arbusto perennifolio de
4-5 m de altura, de tronco corto con la corteza pardo-rojiza, delgada y
agrietada y la copa densa y redondeada. Las hojas son simples, alternas, de
8-10 cm de longitud y 2-3 cm de anchura, coriáceas, lanceoladas, serradas, de
color verde brillante por el haz, mates por el envés y con pecíolo corto. Las
flores, hermafroditas, se agrupan en panículas terminales colgantes,
compuestas por 15-30 flores con el cáliz muy corto y los pétalos soldados
formando una sola pieza , de color blanco-amarillento, de hasta 1 cm de longitud. El fruto es una baya globosa de color amarillo, rojo o anaranjado en la madurez,
de hasta 2,5 cm de diámetro, con la superficie granulosa y la pulpa comestible.
Las semillas son pequeñas, de 2-3 mm, angulosas y de color pardo.
Ecología
Se considera una planta
indiferente en cuanto a la naturaleza química del sustrato, creciendo mejor en
suelos sueltos, profundos y frescos. Requiere un clima suave, sin fuertes
heladas, principalmente si son tempranas, llegando en las latitudes más al sur
a los 1.200 m de altitud. Requiere humedad, pero sin encharcarmientos, pudiendo
vivir en clima semiárido cuando las condiciones de sustrato y fisiografía local
le permiten disponer de una mayor humedad edáfica o ambiental. Tolera las
exposiciones soleadas y aquellas sujetas a un sombreado de zonas arboladas no
muy densas. Se encuentra en encinares. Es una especie que responde muy
bien al fuego gracias al rápido desarrollo de retoños.
Se extiende por todos
los países que rodean al Mediterráneo, incluyendo las islas de este mar,
así
como por ambientes netamente atlánticos como Portugal, Canarias e
Irlanda. En
España, aunque está presente en casi todo el territorio, se hace más
frecuente
en las regiones periféricas, de clima más suave. En La Rioja está presente por ejemplo en las laderas de la sierra de Toloño.
Floración y fructificación
El madroño florece en
otoño o a principios de invierno y los frutos maduran en otoño del año
siguiente. La polinización es entomófila, fundamentalmente por abejas que
producen una miel de característico sabor amargo. Los frutos se recogen en
noviembre-diciembre cuando han madurado completamente.
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